BIOGRAFÍA

Andrey Amador Bikkazakova nació en el Hospital Carlos Luis Valverde Vega en San Ramón de Alajuela (Costa Rica) el 29 de Agosto de 1986. Se oían bombetas por todos lados, ya que nació en la víspera del día de San Ramón Nonato. Costa Rica ya celebraba el nacimiento del que iba a ser uno de sus grandes.

Es el menor de los tres hijos de una pareja poco común: su madre, Doña Raisa Bikkazakova es rusa y su padre, Rodolfo Amador, es costarricense de origen español.  La abuela paterna de Andrey era gallega, pero a los 15 años su familia emigró a Costa Rica, porque España vivía la Guerra Civil. El hermano mayor es Rudy, 8 años mayor que Andrey, y el mediano Ivan, cuatro años mayor, con el que llegó a correr tres vueltas a Costa Rica. Ivan se graduó de Ingeniero y ahora practica ciclismo de montaña como Master. Sus padres obedecieron ese proverbio ruso que dice que un hijo no es hijo, dos hijos es medio hijo y tres hijos sí es un hijo.

Andrey creció en una familia humilde en la que gran parte de sus ingresos se destinaban a los repuestos de su bicicleta y la de Ivan. Sin embargo, los esfuerzos valieron la pena. Andrey siempre ha sido hiperactivo e impulsivo. No tenía problemas académicos solo de conducta y comportamiento por inquieto y molestón. Era toda una pesadilla para sus profesoras.

La figura de Andrey Amador empezó a competir a la edad de 13 años. Su debut fue en 1999 con el Comité Cantonal de Deportes y Recreación de San José, participando en los Juegos Nacionales, dónde ya obtuvo 9 medallas de Oro en 6 ediciones en las disciplinas de ciclismo en ruta y Mountain Bike.

En 2003 consiguió la victoria como Juvenil en la Vuelta Internacional a Higuito y en 2004 empezó a competir por el equipo Pizza-Hut, con el que compitió hasta que se fue a España, en 2008. Con el equipo Pizza-Hut consiguió muchos éxitos, entre ellos, fue campeón nacional de ruta y contrarreloj en la categoría Juvenil en 2004, un segundo puesto en la Vuelta a Chiriquí (Panamá) en 2005, dónde ganó una etapa el año posterior, y también varios triunfos en Mountain Bike.

Andrey no sólo prometía. Ganaba. En enero de 2008, Andrey se fue a España para triunfar. Cruzar el océano no fue nada fácil: Andrey se encontró con temperaturas muy bajas a las que no estaba acostumbrado, ni siquiera conocía la nieve, pero  Costa Rica se quedó pequeño para Andrey, su potencial superaba fronteras y para triunfar se vio obligado a travesarlas. Llegó a Pamplona (España) gracias al ciclista Adrián Bonilla.

Desde ese año, el ciclista está representado por el manager italiano Giuseppe Acquadro, uno de los más reputados del pelotón, que además de Andrey, cuenta con muchas otras figuras destacadas del ciclismo internacional.

“Marcharme a España sin mi familia no fue fácil pero valió la pena”

Amador corrió en amateur por el equipo Lizarte bajo la tutela de Manuel Azcona, considerado su segundo padre, dónde supo demostrar su valía consiguiendo muchos éxitos. Uno de ellos fue la primera etapa del Tour de l’Avenir. Amador finalizó 5º la general, que la acabó ganando el belga Jan Bakelants.

Andrey sólo necesitó un año para captar la atención del Caisse d’Epargne de Eusebio Unzué, que le fichó en 2009. Entonces, con sólo 22 años, Amador compartía equipo con corredores de la talla de Rui Costa, Rigoberto UranAlejandro Valverde o Joaquín Rodríguez, con los que aprendió mucho. Ese año debutó en un mundial de ruta, en Mendrisio (Suiza), dónde ganó Cadel Evans. Andrey, tuvo que abandonar.

En 2010 Amador corrió su primera “grande”, el Giro d’Italia, en el que finalizó en 41ª posición. En las Navidades de ese mismo año,  a Andrey le tocó subir el puerto más duro de su vida cuando fue asaltado por un grupo de delincuentes mientras entrenaba, y le robaron su bicicleta. Cuando intentaba huir, le golpearon causándole la paralización de uno de sus riñones y una fuerte contusión pulmonar. Estuvo alrededor de seis horas inconsciente en un río y cuando despertó, llamó a su familia para que acudieran a rescatarle. Parecía que sólo tenía golpes y magulladuras, pero a la mañana siguiente comenzó a vomitar y le ingresaron a un hospital. Finalmente, se recuperó con éxito.

Parecía increíble que ese chico hiperactivo al que en la escuela  llamaban “orejudo” pasara a la historia por ser el primer centroamericano en correr el Tour de Francia. Lo hizo en 2011 con los colores del Movistar, y de forma heroica, después de afrontar los 3300km de la ronda francesa con un esguince de tobillo de segundo grado. El médico del Movistar quedó impresionado con la fortaleza del ciclista: “Es una de las cosas más extremas que he visto en el mundo del ciclismo”.  En 2011, aunque no consiguió ninguna victoria, Andrey finalizó 4º la Vuelta a la Rioja, dónde ganó Imanol Erviti.

2012 fue un gran año para Andrey. No se acabó el mundo, aunque Andrey casi se lo come tras ganar la 14ª etapa del Giro de Italia de 2012.  Con una demostración de garra, fuerza y sufrimiento, Amador ganó en Cervinia, consiguiendo su primera victoria como profesional. No fue una etapa fácil, Amador estuvo escapado más de 136 kilómetros. En el kilómetro 70 concretamente, saltaría un grupo de ocho corredores formado por Andrey Amador (Movistar), Matteo Montaguti (AG2R), Alessandro De Marchi (Androni), Pier Paolo Di Negri (Farnese), Oliver Kaisen (Lotto), Nikolas Maes (OPQS), Nelson Oliveira (Radioshack) y Jan Barta (NetAPP), aunque en los kilómetros finales sólo quedaron tres: Andrey, Barta y De Marchi.

Amador fue el más combativo de los tres durante la etapa. Los tres corredores aprovecharon la incertidumbre que había en el grupo de los favoritos para hacer buena la ventaja y disputarse la etapa. Un arranque de Barta hizo pensar que se llevaría la victoria, pero un Andrey Amador que no perdió la rueda del checo, sacó fuerzas de donde no las había para alzar los brazos en Cervinia.

Tras esa victoria, Andrey fue elegido por la prensa de su país como mejor atleta nacional del año. También logró ser el primer corredor centroamericano en ganar una etapa en el Giro d’Italia.  Ese mismo año también participó en el mundial de ruta en Maastricht, dónde se impuso Philippe Gilbert y por primera vez participó en los Juegos Olímpicos de Londres.

En 2013, Amador acabó 8º en la Tirreno-Adriatico. Además, consiguió la 3ª posición en la contrarreloj individual de la séptima etapa, tras dos especialistas como Tony Martin y Adriano Malori. Ese mismo año, corrió la edición número 100 del Tour de Francia, la que era su segunda participación, esta vez, sin tantos problemas como la anterior, aunque sufrió mononucleosis, que le arruinó su segunda parte de la temporada.

En 2014, Amador contribuyó, junto a todo el equipo Movistar para que Nairo Quintana ganase el Giro d’Italia. Además, el corredor colombiano confesó que Amador es su gregario favorito.  Así pues, aunque él no fuera el vencedor, Amador fue el gregario predilecto de Quintana en su victoria en la ronda italiana. Ese mismo año, Amador finalizó 6º en la general del Tour de Polonia, dónde ganó Kwiatkowski.

Además, tras correr la Vuelta a España 2014, Amador se convirtió en el primer centroamericano en correr las tres “grandes”: Giro (‘10,’12,’14), Tour (‘11,’13) y Vuelta (‘14). En esta Vuelta se adjudicó la contrarreloj por equipos de la 1ª etapa en Jerez, y estuvo a sólo dos posiciones (Castroviejo y Valverde) de vestir de líder.

Sin embargo, el mayor logro deportivo de la carrera de Andrey Amador llegó en 2015: el tico terminó cuarto en la general del Giro d’Italia 2015 y llegó a ser tercero en varias etapas tras una contrarreloj espectacular. Hizo soñar a todo un país en lo que al final se convirtió en una realidad.

La mayoría de ídolos nacionales viven en mansiones. Algunos de ellos disfrutan de coches de lujo, una flota de yates o joyas de muchos quilates. En Costa Rica no presumen de un ídolo así, aunque sí de un ciclista que a base de dar pedales por todo el mundo se ha convertido en su referente nacional. Para muchos, es el atleta más mediático de Costa Rica y uno de los referentes de Centro-América. Prueba de ello es que en Al Día, las noticias más leídas eran las suyas.

El 20 de mayo de 2016, Amador se vistió de rosa en la 99ª edición del Giro d’Italia. Tras lograr una gran primera semana, Amador desbancó a Jungels en la 13ª etapa tras un gran aguante en la montaña. Con ese logro, el costarricense hizo historia al ser el primer centroamericano en liderar una de las tres vueltas grandes.

 

En 2018 Amador volvió a conseguir un triunfo individual. En este caso, el costarricense se llevó la Klasika Primavera de Amorebieta por delante de su compañero en el Movistar Team, Alejandro Valverde. 

El nombre de Andrey Amador no representa a un simple ciclista, sino que es un modelo para las nuevas generaciones costarricenses. Así lo asegura Laura Chinchilla, ex presidenta del país: “Es un ejemplo para los jóvenes del país, pues además de su constancia y disciplina, es un referente para que la juventud nacional se mantenga alejada de las drogas, la violencia y criminalidad”.

Amador ha roto un gran mito en su país, cambiando la cultura del “tico”. A base de esfuerzo y de ese carácter tan particular, se ha encargado de hacer que un país futbolero dirija su atención hacia el ciclismo. Una de las obsesiones del ciclista es mejorar su ortografía. Quizá deba hacerlo pronto porque, sin duda, está escribiendo una de las páginas más importantes de la historia deportiva de Costa Rica.